ESCUELA N°82, Barrio "El General" Colonia del Sacramento

lunes, 10 de octubre de 2011

El barrio celebra

El jueves 6 de octubre en le barrio "El General" se realizó un desfile de la primavera con participación del CAIF, la Escuela N° 82 y vecinos.






viernes, 7 de octubre de 2011

Día de la Educación Pública

 “Fortaleciendo nuestra identidad”
                                               Programa
                 Turno matutino                                                                                                             

*8: 15 hs  1er año: Narración y plástica del
                              cuento: “El pañuelo rojo
                              de Pina”

*9:00 hs  2do año: Exposición de cometas

*9:15 hs 3er y 4to año: Pericón Nacional

*11:00 hs 5 años y 6to año: Exposición de
                                   juegos tradicionales
Turno vespertino

*1er y 2do año: Exposición: Aula antigua y aula actual.
*13:30 hs  5to año: Representación plástica: “Los personajes
                               del Bicentenario”
*14:00 hs 6to año: Exposición: ¿Cómo se vivía en 1800...?
4 años A y B: Exposición: Vestimenta en la época  colonial.

*15:30 hs 1er y 3er año: Representación: “La máquina del
                                         tiempo del Bicentenario”
*16:15 hs 4to año: Presentación y exposición: La Murga

6° año B  junto a alumnos de 4 años A y B
¿Cómo se vivía en mil ochocientos y .....?
La actividad constó de un análisis y exposición detallada de VESTIMENTA, VIVIENDA Y COSTUMBRES DE PERSONAJES DE LA ÉPOCA COMO LOS COMERCIANTES, ESPAÑPLES, GAUCHOS Y ESPAÑOLES. Además los alumnos caracterizaron dichos personajes.











1er y 3er año
Representación: “La máquina del tiempo del Bicentenario”






4to año 
Presentación y exposición: La Murga




Día de la Educación Pública

El 30 de setiembre, los alumnos de los sextos años de la escuela; participaron de una jornada de integración con secundaria.
Se realizó una divertida cacería, demostración de destrezas físicas, ingenio, búsqueda y mucho más.




martes, 27 de septiembre de 2011

Desestructurando aulas.

Los alumnos y maestras de 5° y 6° año trabajan en un proyecto de lectura, donde los grupos cambian de maestras, se mezclan los grupos y se integran.
El proyecto se llama “La lectura nos une”.
Se trabaja con textos para reflexionar sobre valores positivos y así mejorar la convivencia.
¡¡HERMOSAS ACTIVIDADES!!

domingo, 21 de agosto de 2011

AL CINE

Aprendiendo dentro y fuera de la escuela
El jueves 18 de Agosto los sextos años fuimos al cine a ver el film uruguayo "La Redota"





jueves, 11 de agosto de 2011

JJJ Jueves jugamos juntos

Así se llama el proyecto que tiene sexto año B.
La idea es que un día a la semana, a la hora del recreo, todo el grupo juegue junto. No se trata de no compartir con compañeros de otras clases, sino estrechar lazos de compañerismo, solidaridad y respeto por sus compañeros.
Una de las ideas que se nos ocurrió fue elaborar pelotas de trapo a partir de un hermoso cuento que leímos en clase.
Se trata del cuento "La Pelota" de Felisberto Hernández - Uruguayo

Cuando yo tenía ocho años pasé una larga temporada con mi abuela en una casita pobre. Una tarde le pedí muchas veces una pelota de varios colores que yo veía a cada momento en el almacén. Al principio mi abuela me dijo que no podía comprármela, y que yo no la cargoseara; después me amenazó con pegarme; pero al rato y desde la puerta de la casita -pronto para correr- yo le volví a pedir que me comprara la pelota. Pasaron unos instantes y cuando ella se levantó de la máquina donde cosía, yo salí corriendo. Sin embargo ella no me persiguió: empezó a revolver un baúl y a sacar trapos. Cuando me di cuenta que quería hacer una pelota de trapo, me vino mucho fastidio. Jamás esa pelota sería como la del almacén. Mientras ella la forraba y le daba puntadas, me decía que no podía comprar otra y que no había más remedio que conformarse con ésta. Lo malo es que ella me decía que la de trapo sería más linda; era eso lo que me hacía rabiar. Cuando la estaba terminando, vi cómo ella la redondeaba, tuve un instante de sorpresa y sin querer hice una sonrisa; pero enseguida me volví a encaprichar. Al tirarla contra el patio, el trapo blanco del forro se ensució de tierra; yo la sacudía y la pelota perdía la forma: me daba angustia verla tan fea; aquello no era una pelota; yo tenía la ilusión de la otra y empecé a rabiar de nuevo. Después de haberle dado las más furiosas “patadas” me encontré con que la pelota hacía movimientos por su cuenta: tomaba direcciones e iba a lugares que no eran los que yo imaginaba; tenía un poco de voluntad propia y parecía un animalito; le venían caprichos que me hacían pensar que ella tampoco tendría ganas de que yo jugara con ella. A veces se achataba y corría con una dificultad ridícula; de pronto parecía que iba a parar, pero después resolvía dar dos o tres vueltas más. En una de esas veces que le pegué con todas mis fuerzas, no tomó dirección alguna y quedó dando vueltas a una velocidad vertiginosa. Quise que eso se repitiera pero no lo conseguí. Cuando me cansé, se me ocurrió que aquel era un juego muy bobo; casi todo el trabajo lo tenía que hacer yo; pegarle a la pelota era lindo; pero después uno se cansaba de ir a buscarla a cada momento. Entonces la abandoné en la mitad del patio.
Después volví a pensar en la del almacén y a pedirle a mi abuela que me la comprara. Ella volvió a negármela pero me mandó a comprar dulce de membrillo. (Cuando era día de fiesta o estábamos tristes, comíamos dulce de membrillo.) En el momento de cruzar el patio para ir al almacén, vi la pelota tan tranquila que me tentó y quise pegarle una “patada” bien en el medio y bien fuerte; para conseguirlo tuve que ensayarlo varias veces. Como yo iba al almacén, mi abuela me la quitó y me dijo que me la daría cuando volviera. En el almacén no quise mirar la otra, aunque sentía que ella me miraba a mí con sus colores fuertes. Después que nos comimos el dulce yo empecé de nuevo a desear la pelota que mi abuela me había quitado; pero cuando me la dio y jugué de nuevo me aburrí muy pronto. Entonces decidí ponerla en el portón y cuando pasara uno por la calle pegarle un pelotazo. Esperé sentado encima de ella. No pasó nadie. Al rato me paré para seguir jugando y la encontré más ridícula que nunca; había quedado chata como una torta. Al principio me dio gracia y me la ponía en la cabeza, la tiraba al suelo para sentir el ruido sordo que hacía al caer contra el piso de tierra y por último la hacía correr de costado como si fuera una rueda. Cuando me volvió el cansancio y la angustia, le fui a decir a mi abuela que aquello no era una pelota; que era una torta y que si ella no me compraba la del almacén yo me moriría de tristeza. Ella se empezó a reír y a hacer saltar su gran barriga. Entonces yo puse mi cabeza en su abdomen y sin sacarla de allí me senté en una silla que mi abuela me arrimó. La barriga era como una gran pelota caliente que subía y bajaba con la respiración. Y después yo me fui quedando dormido.






jueves, 21 de julio de 2011

Una visita genial

Recibimos al excitoso escritor IGNACIO MARTÍNEZ.
Realmente un placer, los niños disfrutaron mucho de una charla con él.
Gracias Ignacio




Comienzan las vacaciones

Para despedirnos, ya que se vienen las vacaciones, compartimos una merienda y juegos.
¡¡Muy divertido!!

Jugamos a la pasadita con telas



















Evolucionamos

Gracias a todos los que colaboraron con la venta del BINGO.
Con el dinero recaudado compramos una  
TV NUEVA, UN DVD Y LA MESITA

Emiliano de sexto año dijo: "¡¿La otra estaba desde que yo estaba en inicial. Ahora que nos vamos viene otra?!

Antes y después